Un váter útil para diferenciar donde va cada cosa.
Calzoncillos expresamente fabricados para Rocco y nacho.
Un inquietante invento para los más pequeños. Lo único que hay que hacer es meterse el pitorro por el recto y escretar con formas divertidas.
Por si el Dentista no daba el suficiente miedo, ahora será aún más terrorífico con estas mascarillas.
Un bikini que a mi gusto debería prohibirse... en todas partes.